
Hace 506 años: La historia de Panamá La Vieja y su vínculo con la topografía
Hoy, 15 de agosto se cumplen 506 años de la fundación de Panamá La Vieja, la primera ciudad española en la costa pacífica americana, un punto clave para el comercio, la exploración y el trazado de rutas en el continente. Sin embargo, más allá de su relevancia histórica, su construcción y desarrollo marcaron también uno de los primeros capítulos de la industria de la topografía en el Istmo.
En 1519, cuando Pedro Arias Dávila fundó la ciudad, fue necesario levantar planos, delimitar terrenos y establecer las primeras mediciones para ubicar calles, plazas, iglesias y zonas portuarias. Sin instrumentos modernos, los primeros topógrafos —conocidos entonces como agrimensores— empleaban brújulas, astrolabios, cadenas de medición y observaciones astronómicas para orientar el asentamiento. Estas mediciones eran esenciales para la defensa de la ciudad, la distribución de tierras y el trazado de caminos hacia el interior y el Caribe.
La historia de Panamá La Vieja y la topografía se entrelazan porque el orden urbano que aún hoy puede observarse en las ruinas fue resultado de un trabajo de medición y planificación pionero en la región. Aquellos primeros mapas no solo permitieron construir la ciudad, sino también gestionar su papel como eje del comercio transoceánico, conectando el Pacífico y el Atlántico mucho antes del Canal.
Hoy, cinco siglos después, la topografía ha evolucionado hasta el uso de tecnología GNSS, drones, escáneres láser y estaciones totales que permiten levantar modelos 3D con precisión milimétrica. Sin embargo, el espíritu de aquellos primeros agrimensores sigue vivo: la necesidad de medir, comprender y planificar el territorio para impulsar el desarrollo.
En este aniversario, Panamá recuerda no solo su historia colonial, sino también cómo la ciencia de medir la tierra ha acompañado su crecimiento desde el primer trazo de una calle hasta los complejos proyectos de ingeniería actuales.